Después del salado de los jamones, es preciso hacer un lavado con agua para eliminar los restos de sal que quedan en su superficie. Hoy en día esto ocasiona un gran consumo incontrolado de agua que desechamos. La cual incorpora una cantidad de sal muy elevada con el correspondiente problema de contaminación y el alto coste de la depuración de la misma, además de la retirada de los residuos que genera. Nuestra línea de desalado y lavado está compuesta de dos máquinas conectadas en línea. La desaladora DSA-17-SA que recupera la sal en seco mediante soplado de aire a alta presión y la lavadora MINICON que utiliza agua limpia sin recircular y consumiendo menos de 1,5 L de agua por cada jamón o paleta.

Con esta eficiente línea conseguimos:

• Reducción del 80%  del desecho de la sal exterior en el proceso del lavado
• Reducción muy importante del consumo energético
• Perfecto resultado en la limpieza de los jamones
• Gran contribución a la preservación del medio ambiente

El jamón se coloca en la cadena especial de acero inox por la cual es transportado hacia el interior de la máquina desaladora. La acción del aire a alta presión que sale por las toberas barre los granos de sal de la superficie del jamón. La sal se recoge en la tolva inferior de la máquina y es recuperada mediante un tubo sinfín. A continuación, los jamones pasan a la lavadora donde un sistema de rociadores disparan agua a presión, aquí podemos controlar el consumo de agua necesaria, consiguiendo un consumo de menos 1,5 L por pieza. Esta agua es canalizada hasta el desagüe de la máquina. El jamón sale de la lavadora perfectamente limpio y quedando listo para ser colgado.